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jueves, 10 de enero de 2013

¿Quieres que te amadrine una cepa?

¿Quieres ser amadrinado por una cepa?
Puedes seguir, en tiempo real y a través de las redes sociales, la evolución de una cepa de nuestro viñedo ecológico: preocuparte por el clima, sufrir con las plagas y disfrutar contemplando la belleza del envero, el lloro de las cepas, la brotación...
También puedes ir a visitarla, realizarle sus labores y asistir a los encuentros que organizamos periódicamente: la poda, el despunte, el aclarado, la vendimia y la llegada del vino nuevo.
En definitiva, queremos que comprendas por qué decimos que los vinos se hacen en el viñedo, que pertenecen a su tierra.

Cómo adherirse:
Es tan simple como hacerse fan de la página de Facebook de Bodegas Robles, cuyo enlace encontrarás en nuestra página en Facebook y pedir publicar en su muro que desea ser amadrinado por una cepa. A partir de entonces le asignaran gratuitamente una cepa en exclusiva y le informaran a través de fotografías y video [en los que le pediran que se etiquete] de todo su proceso vegetativo hasta que se convierte en vino: la hibernación, la poda, el lloro, la brotación, el crecimiento, el envero, la vendimia, el nacimiento del vino nuevo...

De esta forma sencilla, la cepa le irá enseñando sobre los ciclos de la vida, la tierra, el clima, la importancia del equilibrio... Las personas que nos adherimos a esta iniciativa nos consideramos los ahijadoslos amadrinados por una cepa. La cepa nos enseña y es nuestra maestra, nuestra madrina.



Sigue tu cepa 2012 - 2013


miércoles, 2 de enero de 2013

Vino Kosher en España


Son muchas las bodegas de toda España que intentan encontrar un espacio para sus exportaciones dentro del atractivo mercado del vino kosher, elaborado siguiendo los preceptos del judaísmo. Pocas, sin embargo, lo consiguen. 
  

La religión hebrea tiene sus propias reglas para la elaboración del vino. Son normas que siguen lo escrito en la Torah, y más concretamente en las leyes del Cashrut (del hebreo כַּשְׁרוּת, "correcto" o "apropiado"; aquello que cumple con los preceptos del cashrut es casher, כָּשֵׁר, conocido también por su pronunciación en yídishkosher), que según la tradición fueron entregadas a Moisés en el Monte Sinaí y regulan punto por punto lo relativo a la alimentación de los judíos practicantes. De ellas proviene una serie de preceptos que, más allá de los propios consumidores judíos, atraen también hacia los vinos kosher a un número creciente de aficionados de todo el mundo, quienes los consideran garantía de manipulación natural y rigurosa del vino.


Ser kosher, como ser biodinámico o ecológico, abre puertas, al menos en teoría, en los mercados de exportación, y eso hace que, especialmente en la última década, hayan empezado a surgir marcas procedentes de todas las grandes regiones productoras españolas avaladas por esta certificación. Desde Valdeorras hasta Yecla y desde el Priorat a Jerez, el mapa de la antigua Sefarad aparece punteado por un número cada vez más significativo de bodegas empeñadas en hacerse con un espacio en el mercado del vino kosher.


¿Qué es un vino kosher?




Kosher es un término hebreo que significa “puro” y comprenderemos enseguida a qué se debe esta denominación. El vino kosher es un vino ritualmente apto para la religión judía, podría ser cualquier vino, pero para lograr su certificación es necesario que, desde la cepa, su elaboración sea controlada por una persona cualificada de religión judía.
Empezando por el viñedo, éste tiene que tener, al menos, cuatro años y las cepas crecer solas. Cada siete años, el suelo debe reposar, aunque si el viñedo cambia de propietario en este periodo se puede omitir este requerimiento. Se debe realizar el último abonado orgánico dos meses antes de la vendimia.
Las uvas deben ser cuidadosamente recogidas y transportadas, pues deben llegar enteras, sanas y bien maduras. Sólo un judío puede tocar y prensar la uva para transformarla en mosto de vino y la maquinaria u objetos que entren en contacto en la elaboración del vino, habrán sido anteriormente limpiados bajo la vigilancia de un rabino.
Durante la vinificación, que debe realizarse en cubas de acero inoxidable en lugar de barricas de madera, está prohibido el uso de levaduras seleccionadas, enzimas y bacterias y sólo se puede clarificar con el mineral de arcilla, pues otros productos de origen animal son impuros.
No está permitido que una persona que no sea judía vea el vino, por eso todo en la bodega está sellado. Ni siquiera un enólogo que pertenezca a la bodega y no sea judío puede acceder, éste dispone de una barrica para hacer su labor de seguimiento e informa al rabino de cómo se debe proceder.
Una vez embotellado el vino (en botellas nuevas), el 1% se vende en beneficio de los pobres y si el rabino considera que su elaboración ha cumplido todas las reglas, estampará el sello Kosher.
Pero ahí no termina el proceso de un vino kosher, el vino debe ser abierto y servido por un judío, pues si no, perdería su condición sagrada, pero puede ser consumido por todos, que podremos apreciar la cuidada selección y elaboración.





Parecen premisas sencillas, pero no lo son tanto y no todas las bodegas son capaces de asumir su coste. No porque se haga nada especialmente costoso durante la elaboración del vino, sino porque cada vez que hay que mover una manguera o tomar una muestra del depósito tiene que venir el rabino desde Israel ha hacerloEllos limpian los depósitos y los materiales y dejan todo precintado con sus nombres al salir de la bodega. Traen las levaduras para la fermentación, la albúmina para los aclarados y el alcohol para los encabezados, todo kosher.



Ortodoxia o placer, la realidad, es que estos vinos "puros" son una buena razón para acercarse a una tradición que se ha mantenido fiel durante decenas de siglos y cuyo éxito comercial indica que seguirán vivos al menos algún milenio más.